No importa que lleves los mejores neumáticos del mercado: si las presione son incorrectas, tu coche se volverá más inestable, alargará la frenada, aumentará el riesgo de aquaplaning… Por eso, saber qué presión llevan los neumáticos de tu coche es fundamental.

Los neumáticos son uno de los componentes de seguridad activa que incorporan los vehículos y cuya la misión es hacer que la conducción se realice de una forma segura y confortable. Están fabricados a base de caucho natural y sintético y conformado todo el conjunto en una estructura metálica, siendo el único punto en contacto con el suelo que tiene el vehículo.

La característica básica que tiene que cumplir un neumático es la elasticidad, siendo ésta la responsable de que el neumático soporte los grandes esfuerzos que la conducción diaria de un automóvil exige. También otra característica que debe cumplir un neumático es la durabilidad, la cual va a garantizar que la vida útil de éste sea mayor.

Con estas características con las que debe cumplir un neumático se consigue que el agarre con el pavimento sea el correcto, tanto pavimento seco como húmedo. En el inflado de los neumáticos se puede utilizar aire convencional o nitrógeno.

El aire convencional tiene un elevado grado de humedad que, a altas temperaturas produce evaporación y hace aumentar la presión interiormente y cuando la temperatura es baja o ha pasado mucho tiempo sin utilizar el vehículo, la humedad vuelve a condensarse y la presión disminuye.

Muchos problemas que pueden tener los neumáticos, vienen dados por una presión de inflado incorrecta y tan malo es llevarlos con poco aire como con mucho.

Circular con la presión de inflado por debajo a la recomendada por el fabricante va a provocar que el neumático se caliente en exceso, ocasionando un desgaste más rápido, el peligro de desllantar (separarse el talón del neumático de la pestaña de la llanta) y en caso de lluvia riesgo más riesgo de sufrir aquaplaning.

Llevar la presión de inflado de los neumáticos bajatambién provoca que el neumático se deforme más de lo habitual, pudiendo perder adherencia y por tanto pérdida de control del vehículo, poniendo el peligro la seguridad en la conducción y un aumento considerable del consumo de combustible.

Si circulamos con la presión de inflado de los neumáticos por debajo de la recomendable por el fabricante hay que tener cuidado porque, aunque la hayamos corregido, el neumático puede haber sufrido daños internos en la estructura debido al calentamiento e incluso apreciar como la banda de rodadura se ha desgastado de una forma irregular.

Cuando la presión de inflado es mayor que la que el fabricante nos recomienda, el neumático va a sufrir mayor

desgaste por la parte central de la banda de rodadura y provocará que se vea afectada la suspensión por las irregularidades del terreno al ir los neumáticos muy «duros» por la alta presión interna.

Por lo tanto, llevar la presión correcta de inflado de neumáticos va a garantizar la seguridad en la conducción, menos desgaste y ahorro del combustible.

Para poder saber la presión que tenemos que darle a los neumáticos de nuestro vehículo podemos recurrir al manual de usuario del vehículo o bien podemos localizar la etiqueta adhesiva que suele ir puesta en la tapa del depósito del combustible o en el pilar central de la puerta del conductor.

Si no encontramos la pegatina y no sabemos que presión de inflado suministrar a nuestros neumáticos, podemos recurrir a algunos programas como Autodata, el servicio de atención al cliente de tu marca, o bien las tablas de neumáticos que muchos fabricantes de vehículos proporcionan. Una vez que sabemos la presión de inflado de nuestros neumáticos hay que tener cuidado y si es posible comprobar la presión con dos manómetros diferentes.

Es recomendable utilizar o llevar en el coche un manómetro de bolsillo analógico o digital, si el vehículo no dispone de sistema de control de presión de neumáticos. Cuando nos dispongamos a medir la presión de inflado de los neumáticos debemos tener las siguientes precauciones:

  • Verificar siempre a presión con los neumáticos fríos.
  • Revisar la presión al menos una vez al mes.
  • Comprobar la presión antes de realizar un viaje largo.
  • Inflar los neumáticos en función de la carga que vaya a llevar el vehículo, la cual viene indicada en el adhesivo.
  • Comprobar la presión de la rueda de repuesto (si lleva).
  • Revisar que cada válvula lleva el tapón correspondiente.

Fuente: https://www.google.es/amp/s/amp.autofacil.es/neumaticos/2020/06/16/presion-inflado-neumaticos-correcta/57030.html